España no es una democracia

Uno de los hechos en los que me baso para hacer esta afirmación es el análisis del sistema electoral español que está diseñado para favorecer la creación de mayorías para formar gobiernos estables. Debido a la combinación de circunscripciones pequeñas(provinciales) con un sistema de reparto poco proporcional, el conocido como sistema D'Hondt.

La instauración de tal sistema tiene su origen en la vuelta a la democracia durante la Transición, donde parecía una opción segura para proteger la estabilidad política.

Uno de los factores que favorecen el fraude electoral es el tamaño de la circunscripción. Según la constitución la circunscripción electoral para elegir a representantes tanto del Congreso como del Senado es la provincia y esta forma de asignar parlamentarios reduce en nivel de representación de los partidos minoritarios cuyos votantes no se encuentran concentrados geográficamente.

Las provincias son circunscripciones demasiado pequeñas como para garantizar una proporcionalidad adecuada entre votos recibidos y representantes asignados para cada opción. Esto lo vemos en el ejemplo de que cuanto menor número de representantes corresponda elegir un territorio, menor proporcionalidad habrá en el reparto de los mismos. El caso más claro son Ceuta y Melilla con un único diputado, la lista más votada se lleva el 100% de los representantes.

Así pues y teniendo en cuenta que en el estado español el 50% de representantes son elegidos en circunscripciones donde se eligen 7 o menos diputados, lo habitual es que sean 2 o eventualmente 3 las fuerzas políticas que obtengan parlamentarios. Si la circunscripción electoral fuera todo el conjunto del Estado el reparto sería más justo.

No solo el tamaño de la circunscripción es importante, la segunda trampa se encuentra en el propio sistema de reparto, el sistema D'Hondt que explicaré mediante un ejemplo de los escaños repartidos en la provincia de Valencia en las elecciones generales de 2008:

En primer lugar se sitúan en una misma columna los partidos y sus votos (también he incluido el porcentaje de votos para compararlo con el porcentaje de representantes obtenidos). A continuación se dejan fuera del reparto a los partidos con menos de un 3% de los votos, esto afecta a la coalición Bloc-Idpv-ev-ee y a UPyD. Tras esto comienza el reparto de escaños, en la columna con el número de votos elegimos el mayor número asignándole al partido correspondiente 1 diputado, tras ello dividimos ese número por 2 en la columna siguiente, y entre los número que quedan se reparte otro escaño al siguiente mayor número y se vuelve a dividir el total de votos por el número de columna por el que vayamos.

Haciendo esto y quedándonos con los número mayores y parando cuando hayamos repartido todos los escaños(casillas en verde) que corresponden a la provincia, obtenemos el resultado final: 9 escaños PP, 7 escaños PSOE.

Ahora analizamos y comparamos los porcentajes de votos frente a los de Escaños, el PP con un 51,74% de votos se hace con el 56,25% de Escaños, y el PSOE con 40,07% de votos obtiene el 43,75% de los diputados de la provincia.

Aquí no acaba el engaño, la pregunta que debemos hacernos mirando la tabla es:¿A dónde van a parar los votos de los partidos que no han obtenido escaños como EUPV-IR o UPyD? La respuesta es sencilla: a la basura, esos votos ya no sirven y no se suman al resto de votos del partido en otras circunscripciones, por ello, el sistema aísla los votos de los partidos minoritarios para perjudicarlos.

Las alternativas a un sistema amañado y defendido por los partidos mayoritarios que fomenta el bipartidismo son: La repartición de escaños en una circunscripción única y la sustitución del sistema D'Hondt por el de Droop o el Hare-Niemeyer, sistemas de resto mayor que ajustan mucho más la proporcionalidad votos/escaños.

Esto podemos verlo en el ejemplo más escandaloso de la falsa democracia española, donde IU con el 3.81% de los votos tiene actualmente 2 diputados, y mediante la repartición proporcional a nivel nacional debería tener 13, con lo que el tercer partido más votado pasa a ser la sexta fuerza política del país. El caso contrario lo obtenemos en el PSOE o en el PP que se encuentran sobrerrepresentados, El PSOE obtuvo en 2008, 169 diputados de los cuales solo le corresponden 156 proporcionalmente. Con esto provocan que entre los dos partidos mayoritarios ganen 25 diputados ilegales.

Finalmente me gustaría hacer una reflexión: El sistema actual a todas luces no es proporcional, y los partidos mayoritarios se niegan a cambiarlo, debemos concienciar a toda la sociedad española del fraude que esto supone y abrirles los ojos a aquellos que creen que vivimos en democracia. Tarde o temprano la lógica se impondrá y todo esto será solo un recuerdo en los libros de historia futuros, al igual que el bipartidismo amañado de Sagasta-Cánovas allá por finales de 1800.

Pero España hoy por hoy, no es una democracia.