La entrada sobre el debate de Rajoy vs. Rubalcaba me ha hecho reflexionar sobre qué veremos mañana, lunes 7 de Noviembre.
Posiblemente veamos a dos candidatos sentados y vestidos de forma calculada. Sus asesores habrán planeado cada detalle con antelación y a la perfección. La idea es que el espectador decida quién va mejor afeitado o qué corbata es más bonita, no qué ideas son las más adecuadas hoy en día.
Posiblemente no nos cuenten nada que no sepamos. El debate no está destinado a dar a conocer a los ciudadanos sus propuestas, sino a que nos quedemos con la idea de que uno ha ganado y el otro ha perdido. Es más bien un combate. Y esto no me lo invento. Posteriormente al debate se hará otro debate con expertos que decidirán cual de los dos ha ganado.
Posiblemente no convenzan a nadie. Este tipo de debates no sirven más que para arraigar a sus propios votantes y a crear más odio en los del contrario. A los que no creemos en el bipartidismo no nos van a convencer.
Ya veremos qué pasa.
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